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Ernesto Sábato

(1911- ), novelista y ensayista argentino, cuya obra se caracteriza por un profundo contenido intelectual sobre la difícil separación entre las nociones del bien y del mal, y por un estilo brillante e inquietante.
Nació en Rojas (Buenos Aires) en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Se licenció en Física y Matemáticas en la Universidad de La Plata; después de doctorarse en 1938, viajó a París para trabajar en los laboratorios Joliot-Curie. Entró en contacto con el surrealismo, experiencia trascendente en su vida ya que decidió adentrarse en los territorios más oscuros del arte apoyándose en el lenguaje del inconsciente y en los métodos del psicoanálisis. Regresó a Argentina en 1940 como profesor de la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1945 publicó unos artículos en el periódico La Nación atacando el régimen de Perón, por lo que se vio forzado a abandonar la enseñanza.
Estuvo retirado durante un año y el resultado fue el libro Uno y el universo (1945), una colección de artículos políticos, filosóficos en los que censuraba la moral neutral de la ciencia heredada del siglo XIX. Esta desconfianza en la ciencia le llevó a investigar sobre las posibilidades que ofrecería la literatura para analizar problemas existenciales, y el fruto fue la novela El túnel (1948) en la que el narrador describe una historia de amor y muerte en la que muestra la soledad del individuo contemporáneo. A Sábato le interesa reflexionar sobre la locura, comprender el motivo por el cual el protagonista mata a la mujer que ama y que es su única vía de salvación. La obra tuvo una gran aceptación y sirvió para calificar a su autor como una inquietante y original personalidad literaria.
Sobre héroes y tumbas (1961), considerada la mejor novela Argentina del siglo XX, fue su siguiente obra y le consagró como escritor universal. En ella quiso indagar “las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre” vertió sus obsesiones personales en una clara introspección autobiográfica en medio de las reflexiones sobre la historia argentina; todo a lo largo de la obra se va haciendo negativo, pesimista, sin salida. La novela muestra a los últimos representantes de una familia oligárquica venida a menos, en la que se intercala la historia de los seguidores del general Lavalle que una vez derrotados llevaron el cuerpo muerto de su jefe al exilio; en un tercer plano argumental pero vertebrado de la estructura del libro e imprescindible para el conocimiento del personaje central, Fernando, está el `Informe para ciegos' que a veces se ha publicado como pieza autónoma; se trata de una pesadilla que sufre Fernando culpabilizándose por un incesto cometido y que lleva al autor a introducirse en los abismos infernales más perturbadores, combinando elementos tomados del surrealismo, Nietzsche, Jung y Freud.
Aún siguió reflexionando sobre las posibilidades de la novela en Abaddón y el exterminador (1974) de corte autobiográfico más acusado, con una estructura narrativa aparentemente fragmentaria, y de argumento apocalíptico en el cual las potencias maléficas rigen el universo y es inútil la resistencia.
Su compromiso civil, en defensa de la democracia y del respeto a los derechos humanos, se muestra en ensayos como El otro rostro del peronismo, El caso Sábato, Torturas y libertad de prensa, Carta abierta al general Aramburu (1956), La cultura en la encrucijada nacional (1976); en 1985 presidió la Comisión Nacional que publicó el informe Nunca más sobre la represión llevada a cabo en Argentina por los gobiernos militares desde 1976 a 1983. Toda su reflexión sobre la literatura y especialmente sobre la novela la ha plasmado en ensayos tan significativos como El escritor y sus fantasmas (1963) y Aproximación a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre (1968). Sábato ha recibido el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor de Francia en 1979, y el Premio Miguel de Cervantes en 1984. Desde hace años, la pérdida progresiva de la vista le ha alejado de la escritura, aunque ha descubierto la pintura y
a ella dedica gran parte de su tiempo.

El Túnel - Ernesto Sábato

El Túnel
La novela se divide en 39 capítulos y por su estructura se puede organizar de la siguiente manera:

I y II. Presentación del personaje. Juan Pablo Castel se presenta a sí mismo, como autor del crimen que él mismo relatará, hace una pequeña introducción a su historia de la muerte de María Iribarne e irónicamente pide que aunque sea uno de sus lectores lo entienda, contando que una sola persona lo entendió y esa fue precisamente la mujer que mató.

III a V. Castel conoce a María en una exposición de pintura en el que él expone, le llama la atención una muchacha que mira fijamente una ventanita con una mujer frente al mar que aparece en uno de sus cuadros, al notar tal detalle, Castel se obsesiona con la chica y la busca por toda la ciudad. En su búsqueda el pintor fantasea con todas las posibilidades que tiene para conocerla y abordarla en la calle, a la vez que hace una serie de reflexiones que muestran su postura ante la pintura y las exposiciones a las que prefiere no ir.

VI a VIII. Castel encuentra a María en la calle y la sigue hasta su trabajo, entra al edificio detrás de ella y le pregunta por cualquier cosa, María lo reconoce y se sonroja. Castel le hace ver que la ha estado buscando que tienen que hablar de la "ventana" de su cuadro, lo que María parece no entender y él sale corriendo. María lo alcanza y se disculpa diciéndole que lo tiene muy presente y se va. Castel no deja de pensar en ella y decide buscarla otra vez.

XIX a XII. Al día siguiente Castel va al mismo lugar a esperar que María pase y la lleva del brazo a un parque cerca de ahí. El pintor le confiesa a María que no deja de pensar en ella y que la necesita, le pide que nunca se separe de él. Le pide que hablen del cuadro de la ventana y María le dice que le parecía un mensaje de desesperanza y le dice que nada ganará con verla porque le hace daño a todos los que se le acercan. Mas tarde Castel la llama por teléfono y no alcanza a entender la misteriosa voz de María que finalmente le dice que tiene que colgar. Juan Pablo le dice que la llamará al día siguiente. Agitado por la llamada Castel no puede dormir y se va a un café, muy temprano habla a casa de María y la mucama le dice que se fue al campo pero había dejado una carta para él. Al llegar a casa de María lo recibe un hombre ciego que le entrega la carta y se presenta como Allende, esposo de María, sorprendido Castel abre la carta que únicamente dice: "Yo también pienso en usted". Allende cuenta a Castel de la estancia en donde se encuentra María y de Hunter su primo, quien está al frente del lugar.

XIII a XVI. Muy confundido por lo que pasó y por el contenido de la carta, Castel empieza a deducir una serie de hipótesis en relación a la historia que vive y el por qué María no le había mencionado nada de su matrimonio. Días después llama para preguntar la dirección de la estancia y le escribe una carta a María para pedirle que le llame en cuanto llegue a Buenos Aires. María respondió a la carta diciéndole que piensa en él y lo siente entre el mar y ella. Continúan escribiéndose hasta la llegada de María, quedan de verse y Castel la cuestiona acerca de su repentina ida a la estancia.

XVII a XX. Durante más de un mes mantienen una relación constante, pero frecuentemente Juan Pablo se atormenta y atormenta a María con cuestionamientos sobre su vida privada, sus relaciones, la manera en que reacciona, el "cariño de hermanos" que dice sentir por Allende, etc., tales situaciones fueron llegando a extremos y un día Castel amenaza a María con matarla si se entera de que lo engaña.

XXI a XXV. Abrumado por el desgaste de la relación Castel se pierde en la bebida y sueña que un hombre lo convierte en pájaro. Al levantarse llama a casa de María y se entera que se fue a la estancia y le manda una carta pidiéndole perdón. Días después recibe respuesta de María invitándolo unos días a la estancia. Al llegar a la estación, un chofer recoge a Juan Pablo argumentando cierta indisposición de María. En la estancia es recibido por Hunter y una amiga que lo cuestiona sobre pintura. Los amigos conversan mientras Castel se pregunta sobre los motives de María para no salir de su habitación.

XXVI a XXVIII. Finalmente aparece María y se van a caminar por la playa con el pretexto de ver unos dibujos de Castel. Estuvieron en silencio frente al mar y María le confesó lo conmovida que estaba con el cuadro de la ventana y de cómo deseaba conocerlo. Al regresar a la casa, Hunter estaba muy agitado y al parecer celoso, eso hizo entender a Castel la relación que había entre ellos, se retiró a su habitación y escuchó que discutían. Al día siguiente muy temprano decide marcharse.

XXIX a XXXIII. Castel confundido y decepcionado por la situación con María bebe incansablemente, se pelea en los bares y maltrata prostitutas. Le envía una carta a María en donde le explica su salida repentina de la estancia y agradece sus atenciones pero él no cree en ella porque no entiende como puede hablarle de amor a él y a su marido y al mismo tiempo acostarse con Hunter y así se lo hace ver. Va al correo a depositar la carta y minutos después se arrepiente, trata inútilmente de recuperarla pero en la oficina postal no se lo permiten. Castel llama a María a la estancia para pedirle que venga a verlo o si no se matará, María le hace ver que no tiene caso verse de nuevo que sólo se lastimarán más pero ante la amenaza de suicidio acepta. Castel sigue cuestionándose la relación entre Hunter y María y va a buscar a Lartigue un amigo cercano a Hunter para preguntarle desde cuándo mantienen relaciones María y su primo, ante la negativa de Lartigue y su nerviosismo, Castel sólo confirma sus sospechas. Llama a casa de María que ya está en Buenos Aires y acuerdan verse al día siguiente a las cinco de la tarde.
XXXIV a XXIX. María no llega a la cita y al llamarla a su casa, Juan Pablo se entera de que se regresó temprano a la estancia. Castel le pide un coche a un amigo porque según él su padre está muy enfermo. Castel se encuentra afuera de la estancia y recuerda los momentos felices con María y la sueña niña corriendo en un caballo con su cabello al viento: … en todo caso había un sólo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Comprende que siempre ha existido un muro de vidrio que separa a María de él. Después de la espera, Castel ve a través de la ventana de la casa, que ellos bajan las escaleras y se van del brazo a dar un paseo por el parque, al volver a casa, Castel se siente morir al notar que sólo se enciende una luz, la de la habitación central, y más tarde la de la habitación de María. Juan Pablo con un cuchillo en mano, sube por el balcón y aparece frente a la ventana de María quien le pregunta sobre lo que va a hacer, Castel responde que tiene que matarla porque lo ha dejado solo y la mata. Sale de la casa y muy temprano llama a casa de María y le dice a Allende que tiene que verlo. En la cita, Castel le confiesa a Allende sus sospechas de infidelidades de María e incluso le hace ver que lo engañaba con él mismo. Inútilmente Allende persigue a Castel y le grita "insensato". Castel se entrega a las autoridades y se entera que Allende se ha suicidado.